La postergada bronca de la final perdida
Las elecciones en cinco provincias argentinas hicieron que las críticas al equipo de Martino lleguen con un día de atraso. La albiceleste cumplió 22 años sin títulos.
El sabor amargo de una nueva final perdida se hizo sentir recién dos días después. El domingo hubo elecciones en cinco provincias, entre ellas Capital Federal, y el tema de la derrota ante Chile por la Copa América volvió a ser hoy un tema de discusión en los noticieros, centros de trabajo y en la calle.
“Hubiera preferido perder ante Brasil que con Chile”, escuché decir a un chico de unos 20 años que conversaba con otro en la puerta del banco ubicado en la avenida Corrientes. Aunque parezca mentira, la selección albiceleste hace 22 años que no gana nada, es la cuarta final grande que pierde.
El sábado de la final de la Copa América, una ola polar cubría gran parte del país. En Capital Federal el termómetro apenas rozó los 10 grados, pero el ambiente se calentaba con la euforia de los hinchas. A pesar de la veda electoral, era casi seguro que la tarde- noche el obelisco se pintaría de celeste y blanco en el caso de una victoria del equipo que capitanea Lionel Messi. Para muchos, la previa del partido sería un rico asado y las cervezas llegarían a la hora del partido.
El resultado del encuentro ya lo sabemos. El culpable del resultado: Messi. El mejor jugador del plantea no puede anotar con la camiseta de la selección. La calentura de los comentaristas era grande, uno de la cadena T y C Sports dijo: “Si no fuera porque tengo que estar aquí, mandaría todo a la mierda y me iría a mi casa”.
Escuchando a estos señores, conocedores del fútbol, me di cuenta que mi querida selección peruana tiene los mismos problemas que la sub campeona del mundo. No, no estoy loco ni borracho. ¿“Messi juega bien con el Barcelona, pero con la selección es pecho frío” no se parece a “Pizarro mete goles con el Bayern, pero se pone la blanquirroja y se apaga”? Para suerte del “Bombardero”, creo imaginar, que el viernes se despidió del equipo de todos. El tiempo también es algo en común entre los dos equipos: “Perú hace 33 años que va a un Mundial” y “Argentina hace 22 años que pierde finales”.
Mientras que nosotros sólo anhelamos “ir a un Mundial”, los argentinos “quieren ganar finales”. La diferencia es que en Perú las aguas están calmadas por el tercer puesto, mientras que aquí buscan culpables. En el país del río de La Plata las cosas se pusieron peor cuando el “Tata Martino” muy tranquilo, a minutos de perder la final continental, dijo que seguirá con los mismos jugadores y con la misma forma de juego. En ese momento me acordé de Oblitas y su apodo de “Cholo Terco”.
Se vienen las eliminatorias y comienza la revancha de todos, de los chicos y de los grandes.